// C1 - Revisitando la Disonancia Onírica

 Recientemente he experimentado sueños particularmente vívidos. Su notoriedad no sólamente dada por las imágenes tan memorables, no, también en ellos he experimentado una manifestación visceral, casi tangible de aquella sensación tan incómoda, violenta, grotesca y sobre todo difícil de describir o señalar propiamente; un horror que se desplaza por mis terminaciones nerviosas, me entumece y  perfora, un asco inmaterial, un respiro entrópico, autodestructivo que amenaza con consumirlo todo y a su vez me da vida. 


Existir es violento.


Los espacios que me rodean y contienen en ellos la carne que conforma mi cuerpo son hostiles, revelan en mi existir la fragilidad y constante lucha contra la calma absoluta: el fin de todas las cosas. La materia se impregna de remembranzas y sentires, encarna en su superficie un reflejo de aquél malestar que llevo dentro.


En mis sueños, el horror se manifiesta en forma de laberintos urbanos, espacios generalmente familiares pero profundamente desconocidos. Ajenos, inhospitables, en constante proceso de ruina y decaimiento. El conflicto de la existencia cotidiana es más que sólamente un dispositivo onírico; se posiciona en la realidad despierta en asedio sensorial constante. Una ciudad enferma, síntoma de algo tal vez más grave. El día a día transcurre en medio de un vector de colapso cuyas dimensiones escapan a mi imaginación, una infinidad de elementos individuales en movimiento que en conjunto crean un mar de incertidumbre y caos. Colapso ambiental, crisis económica, violencia, pandemia, muerte, incertidumbre, cada idea se presenta sobrecogedora, inescapable, impregna cada centímetro cuadrado del espacio en que existo, tapiza el interior de mi mente y escapa por mis orificios, desdibujando las fronteras entre lo interno y lo externo. Yo no existo en un vacío. Aún impotente, formo parte de y me veo envuelto en éstos procesos cotidianos, algunos los alimento de manera activa o bien por inacción, otros simplemente me arrastran, indiferentes a mi existencia. Yo soy parte de éste horror, y no estoy seguro si es posible escaparlo, amputar el tumor o ser yo extraído de él. 


Existir siempre en conflicto con la existencia misma es esencial a todo ser vivo. Mis sueños reinterpretan de manera multisensorial éste conflicto innato, y es a partir de ellos que yo quiero representarlo de manera visual.


Éste proceso comienza por medio de una exploración, tanto narrativa como visual, encapsulando los elementos más importantes para después partir de ellos en una exploración sensorial.


Inicialmente, mi intención es buscar estrategias para recrear éstos espacios oníricos y las sensaciones hostiles y de incomodidad a través de la arquitectura y la configuración de ángulos de cámara para explorarla. Aunque en principio no tengo claro el tipo de salida ideal, me gustaría experimentar con lo narrativo y lo interactivo.


Escrito descriptivo de los sueños relevantes.






Bocetos, visualizaciones de posibles soluciones visuales.


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